La bronquitis es una condición en la que los bronquios se inflaman (tubos que llevan el aire a los pulmones). Cuando los tubos se inflaman o se infectan, se producen una gran cantidad de moco, que es una sustancia viscosa compuesta que se adhiere a los tubos bronquiales. El principal síntoma de la bronquitis es la tos persistente – el intento del cuerpo de deshacerse del exceso de mucosidad. La tos forzada puede ser dolorosa, y el exceso de moco puede hacer que sea difícil respirar. Otros síntomas de la bronquitis incluyen una fiebre de bajo grado, dificultad para respirar y sibilancias.
Tipos de bronquitis
Hay dos tipos de bronquitis: aguda (a corto plazo) y crónicos (a largo plazo). En ambos tipos, las membranas irritadas se hinchan y se hacen más gruesas. Esta inflamación estrecha las pequeñas vías aéreas en los pulmones. La bronquitis aguda es a menudo el resultado de infecciones o exposición a sustancias irritantes. El consumo de cigarrillos es la principal causa de la bronquitis crónica, que a veces se llama una «tos del fumador».
Un episodio agudo solo no es un motivo de preocupación. Sin embargo, los episodios repetidos pueden conducir a la bronquitis crónica. Una persona con bronquitis crónica ha marcado pulmones, y estas cicatrices no se pueden revertir. El daño pulmonar que dificulta la respiración y aumenta el riesgo de infecciones. Los ancianos y las personas con sistemas inmunes debilitados tienen el mayor riesgo de desarrollar bronquitis.
¿Puedo hacer algo para disminuir los síntomas?
La bronquitis crónica se puede evitar dejando de fumar. Los pacientes deben evitar el humo de segunda mano y otros irritantes de los pulmones. Las personas con falta de aire deben respirar utilizando la técnica de la respiración con los labios fruncidos. La respiración con los labios fruncidos ayuda a reducir la falta de aliento.