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La Teoria del Big Bang

El Big Bang permite comprender mediante una teoría el origen del Planeta. Esta teoría nació de la observación de que otras galaxias se están alejando de la nuestra a gran velocidad, en todas las direcciones, como si todas hubieran sido impulsadas por una antigua fuerza explosiva.

Teoría del Big Bang – Qué es

Antes del Big Bang, los científicos creen que toda la inmensidad del universo observable, incluida toda su materia y radiación, se comprimió en una masa caliente y densa de apenas unos milímetros de diámetro. Se teoriza que este estado casi incomprensible ha existido por solo una fracción del primer segundo de tiempo.

Los defensores del Big Bang sugieren que entre 10 mil y 20 mil millones de años atrás, una explosión masiva permitió que toda la materia y energía conocida del universo -incluso el espacio y el tiempo mismos- brotara de algún tipo de energía antigua y desconocida.

La teoría sostiene que, en el instante -un billón-billonésimo de segundo- después del Big Bang, el universo se expandió con una gran velocidad. La expansión aparentemente ha continuado, pero mucho más lentamente, en los siguientes miles de millones de años.

Teoría del Big Bang – Origen

Un sacerdote belga llamado Georges Lemaître sugirió por primera vez la teoría del Big Bang en la década de 1920 cuando teorizó que el universo comenzó a partir de un solo átomo primordial. La radiación es similar a la utilizada para transmitir señales de TV a través de antenas. Pero es la radiación más antigua conocida y puede contener muchos secretos sobre los primeros momentos del universo.

El físico británico Stephen Hawking recientemente fallecido fue también impulsor de la Teoría del Bing Bang.

Una es la causa original del Big Bang en sí. Se han propuesto varias respuestas para abordar esta cuestión fundamental, pero ninguna ha sido probada, e incluso probarlas adecuadamente ha demostrado ser un desafío formidable.

Debido a que los instrumentos actuales no permiten a los astrónomos observar el nacimiento del universo, mucho de lo que entendemos sobre la Teoría del Big Bang proviene de fórmulas y modelos matemáticos. Los astrónomos pueden, sin embargo, ver el «eco» de la expansión a través de un fenómeno conocido como el fondo de microondas cósmico.

El primer segundo y el nacimiento de la luz

En el primer segundo después de que comenzara el universo, la temperatura ambiente era de alrededor de 10 mil millones de grados Fahrenheit (5.5 mil millones de grados Celsius), según la NASA. El cosmos contenía una gran variedad de partículas fundamentales, como neutrones, electrones y protones. Estos se descompusieron o combinaron a medida que el universo se enfriaba.

Esta sopa temprana habría sido imposible de mirar, porque la luz no podía llevar dentro de ella. Con el tiempo, sin embargo, los electrones libres se encontraron con núcleos y crearon átomos neutros. Esto permitió que la luz brillara unos 380,000 años después del Big Bang.

Esta luz temprana – a veces llamada «resplandor posterior» del Big Bang – se conoce más apropiadamente como el fondo de microondas cósmico (CMB). Primero fue predicho por Ralph Alpher y otros científicos en 1948, pero fue encontrado por accidente casi 20 años después.

Arno Penzias y Robert Wilson, ambos de Bell Telephone Laboratories en Murray Hill, Nueva Jersey, estaban construyendo un receptor de radio en 1965 y recogiendo temperaturas más altas de lo esperado, según la NASA.

Simultáneamente, un equipo de la Universidad de Princeton (dirigido por Robert Dicke) estaba tratando de encontrar pruebas del CMB, y se dio cuenta de que Penzias y Wilson habían tropezado con él.

Teoría del Big Bang – Edad de la Tierra

Varias otras misiones han seguido los pasos de COBE, como el experimento BOOMERanG (observaciones en globo de radiación milimétrica extragaláctica y geofísica), la sonda de anisotropía Wilkinson para microondas de la NASA (WMAP) y el satélite Planck de la Agencia Espacial Europea.

Las observaciones de Planck, publicadas por primera vez en 2013, mapearon el fondo con un detalle sin precedentes y revelaron que el universo era más antiguo de lo que se pensaba: 13.820 millones de años, en lugar de 13.700 millones de años.

Sin embargo, los mapas dan lugar a nuevos misterios, como por qué el hemisferio sur parece un poco más rojo (más cálido) que el hemisferio norte. La teoría del Big Bang dice que el CMB sería básicamente el mismo, sin importar dónde mires.

Examinar el CMB también le da pistas a los astrónomos sobre la composición del universo. Los investigadores piensan que la mayor parte del cosmos está compuesto de materia y energía que no pueden «percibirse» con instrumentos convencionales, lo que lleva a los nombres de materia oscura y energía oscura. Solo el 5% del universo está compuesto de materia, como planetas, estrellas y galaxias.

La controversia de las ondas gravitacionales

Si bien los astrónomos pudieron ver los orígenes del universo, también han estado buscando pruebas de su rápida inflación. La teoría dice que en el primer segundo después de que nació el universo, nuestro cosmos se disparó más rápido que la velocidad de la luz.

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