México en la actualidad es una república federal, democrática y presidencial; sin embargo, no siempre fue así en lo concreto y en muchas ocasiones se observa, como en tantos otro países, reelecciones indefinidas, períodos sumamente reducidos con presidentes que duraban poco en su cargo y otras yerbas. A continuación te presentamos los presidentes de México desde 1822 hasta la actualidad.
Todos los presidentes de México hasta la fecha
México antes de ser democrático surcó los terrenos imperiales, pero tal forma de gobierno no perduró mucho (tanto en el caso de Iturbide como por el extranjero Maximiliano) y, con vaivenes y luchas, dicha nación fue adquiriendo las vestiduras democráticas (incluso antes contó con un Triunvirato o gobierno provisional). Por eso, al igual que tantos otros países, la cronología de los primeros años de mandatos suele ser caótica, por mostrar períodos desiguales y un gran número de políticos.
Este primer período de mandatos presidenciales se ha conocido como la Primera República Federal (hasta 1836). Se observa la figura prominente de un presidente, reemplazado por vicepresidentes si se tuviera que hacer y la no reelección continua (solo luego de cuatro años de haber abandonado el cargo). Naturalmente, en el hecho, los interinatos y las etapas cortas de mandato por múltiples convulsiones fueron los denominadores comunes, además de que el primer gobierno, de Guadalupe Victoria, comenzó antes de tiempo, ya que éste contaba con el supremo poder desde la época del Triunvirato.
–1824-1829 Guadalupe Victoria
–1829 Tan solo en este año México tuvo tres presidentes: Vicente Guerrero, José María Bocanegra y Pedro Vélez
1833, 1834, 1835, 1839, 1841,1842,1843, 1847, 1853-1855 Antonio López de Santa Anna
1835-1836 Miguel Barragán
El período centralista (que rompe con el federalismo) posee rasgos que se perciben más como una continuidad que una ruptura con la política de esos entonces. Si bien se habla de períodos presidenciales de ocho años, nunca sucedió eso y lo común siguen siendo los mandatos presidenciales alternados y de breve duración.
1836-1837 Justo Corro
1839, 1842-1843 Nicolás Bravo
1841 Francisco Javier Echeverría
1843-1844 Valentín Canalizo
1844 Durante este año estuvieron a cargo de la presidencia cuatro personas en este orden: Antonio López de Santa Anna, José Joaquín de Herrera, Valentín Canalizo y, nuevamente, José Joaquín de Herrera
1844, 1848-1851 José Joaquín de Herrera
1846 También en este año México contó con tres presidentes, en este orden cronológico: Mariano Paredes y Arrillaga, Nicolás Bravo y José Mariano Salas.
Se conoce a esta época como el segundo período de la república federal, en el cual el país perdió la mitad de su territorio a manos de la ocupación y la guerra con Estados Unidos.
Mariano Paredes y Arrillaga
José Mariano Salas. Tuvo un segundo mandato en 1859 (reconocido por los conservadores)
1847 Pedro María Anaya
1847-1848 Manuel de la Peña y Peña
1851-1853 Mariano Arista
1853 Juan Bautista Ceballos
1853 Manuel María Lombardini
1855 En este año México tuvo también cuatro presidentes, cronológicamente con Martín Carrera, Rómulo Díaz de la Vega, Juan Álvarez e Ignacio Comonfort. Gobiernos de escaso tiempo que representaron la finalización de la dictadura de Santa Anna.
Martín CarreraRómulo Díaz de la VegaJuan Álvarez Benítez
1855-1858 Ignacio Comonfort
Al igual que en muchos otros países, los bandos políticos se dividían a grandes rasgos en conservadores y liberales. Es esencial comprender esta escisión, teniendo como eje en estos años la Constitución de 1857, para vislumbrar dos líneas de continuidad mandataria: la liberal de Benito Júarez y la conservadora con una sucesión lo bastante profusa de presidentes interinos. A continuación, aclaramos.
1858-1872 Benito Juárez (presidente reconocido por los liberales durante la guerra de Reforma)
A continuación seguimos con los presidentes reconocidos por los conservadores durante la guerra de Reforma
1858 Félix María Zuluoaga
1858-1859 Manuel Robles Pezuela
1859-1860, 1860 (otro mandato después de Pavón) Miguel Miramón
1860 José Ignacio Pavón
1872-1876 Sebastián Lerdo de Tejada
1876 José María Iglesias
Lo que sigue es el comienzo de lo que luego será llamado Porfiriato. Porfirio Díaz asumirá de facto por escasas jornadas, para emplazar a otra persona en un interinato (el presidente siguiente) y luego sí ser elegido de manera constitucional.
1876 Juan Nepomuceno Méndez
1876 (primer mandato de escasos días), 1877-1880, 1884-1911 Porfirio Díaz
1880-1884 Manuel González Flores
Sin entrar en detalles de un suceso largo en tiempo y excesivamente complejo por los avatares acaecidos y la multitud de protagonistas, luego del Porfiriato tenemos un buen número de presidencias signadas por las convulsiones de la Revolución Mexicana. Porfirio Díaz gobernó durante 35 años, lo cual contrajo progresos económicos y una estabilidad política nunca antes vista en México, aunque al precio de que enormes sectores sociales se vean desfavorecidos desde distintos puntos de vista. En ese sentido, los mandatos son cortos, manchados de sangre e incluso superpuestos o no reconocidos.
1911 Francisco León de la Barra
1911-1913 Francisco Ignacio Madero
1913 Pedro Lascuráin (presidente de México durante 45 minutos)
1913-1914 Victoriano Huerta
1914 Francisco Sebastían Carvajal
1914-1915 Eulalio Gutiérrez Ortiz
1915 Roque González Garza
1915 Francisco Lagos Cházaro
1914-1920 Venustiano Carranza (se genera una superposición porque desconoció los gobiernos anteriores, producto de la Convención de Aguascalientes)
1920 Adolfo de la Huerta
1920-1924 Álvaro Obregón
1924-1928 Plutarco Elías Calles
Ya en este período se realizan las reformas constitucionales pertinentes para extender el período presidencial a seis años. Sin embargo, eso quedará trunco con el magnicidio cometido a Álvaro Obregón, quien iba a asumir su segundo mandato.
1928-1930 Emilio Portes Gil
1930-1932 Pascual Ortiz Rubio
1932-1934 Abelardo Luján Rodríguez
A continuación comienzan lo que se conoce como presidencias sexenales, es decir, mandatos que transcurren en períodos de seis años. Podemos decir, más allá de los sucesos históricos concurrentes, que es una etapa definitiva de estabilidad por lo menos en lo estrictamente presidencial.