El uso indiscriminado de corticoides puede ser muy daniño para nuestro organismo cuando se usa a largo plazo. Por esto mismo, aquí va una explicación breve y concisa sobre los efectos que producen y que debemos tener en cuenta para administrarlos.
Los corticoides son sustancias que se utilizan muchas veces para el correcto funcionamiento del organismo. Su administración más común, es de forma oral, mediante pastillas, de forma tópica, mediante el uso de cremas o bien, de forma intravenosa. Dicha administración debe ser supervisada por un médico, el cual controlará no sólo la dosis correcta como su forma de uso, sino también los diferentes efectos secundarios que los mismos presentan.
Debido a que la principal tarea del uso de corticoides es la inmunosupresión, sus efectos secundarios conforman un gran peligro para el organismo humano y el bienestar de las personas.
Entre los efectos secundarios más graves, se encuentra la posibilidad de contraer infecciones, así como también la descalsificación ósea. Además, es muy posible que tras su uso, luego de un mes de tratamiento, se presenten consecuencias en el cuerpo como la retención de líquidos, el aumento del apetito y la disfunción renal.
A la hora de consumir este tipo de sustancia, es importante que analices cuan grande es el beneficio en relación al riesgo que supone su administración.
