Con la llegada de las altas temperaturas, es muy importante tener en cuenta algunas de las pautas recomendables para el cuidado del organismo cuando se atraviesan grandes olas de calor.
El peligro que suponen las altas temperaturas, es mucho más amplio cuando se trata de bebés, niños pequeños y personas de 65 años para arriba.
Para poder enfrentarse a estas olas de calor que comienzan en verano, es necesario contar con la adopción de hábitos saludables, como es la incorporación a nuestra dieta de frutas frescas, verduras crudas y la ingesta de mucha cantidad de agua por día.
Asimismo, se recomienda no ingerir alimentos con mucho contenido calórico, como pueden ser las bebidas alcohólicas, las gaseosas, las infusiones calientes, así como las comidas fritas o muy calientes.
Para toda la población, no sólo el grupo con mayor posibilidad de riesgo, es imprescindible la ingesta de un mínimo 2 litros por día, y más que nada cuando estamos expuestos al sol o realizamos alguna actividad física.
Además, para evitar los malestares que el calor puede causarnos, se recomienda no utilizar ropa muy ajustada, sino más bien fresca, de material liviano y con colores claros y utilizar sombreros o gorras que nos protegan de la posibilidad de insolación.