La quiebra es una figura del Derecho Concursal, que se trata de un proceso por el cual se liquidan todos los bienes del fallido para hacer frente a las obligaciones que adeuda.
Hay dos clases de quiebra, por un lado, la quiebra indirecta que es la que se da cuando fracasa un concurso preventivo, y en este caso ante distintos supuestos, como el incumplimiento del acuerdo preventivo, la imposibilidad de pagar a sus acreedores por parte del deudor, o cuando no presente el acuerdo necesario en el concurso preventivo, entre otras, es cuando el juez debe decretar la quiebra.
Por otro lado, otra clase es la quiebra directa, esta quiebra puede ser solicitada tanto por el deudor, estaremos hablando de una quiebra directa voluntaria, o solicitada por alguno de los acreedores, de causa o título anterior, la cual se basa en una quiebra directa necesaria.
Para poder solicitar este tipo de quiebra se deben cumplir con una serie de requisitos. En primer lugar, cuando es el deudor quien pide la quiebra debe cumplir con todos los requisitos formales y poner todos los bienes a disposición del juzgado.
En cambio, cuando es el acreedor quien solicita la quiebra, debe acreditar que el deudor es un sujeto concursable, que se encuentra en estado de cesación de pagos, y demostrar la existencia de un crédito que sea exigible.
Cumplido con estos requisitos, el juez debe dictar la sentencia de quiebra.
