Hoy en día en muchos países existe mucha polémica en torno a la eutanasia y a la muerte digna, que muchas veces suelen utilizarse como sinónimos pero que son dos cosas diferentes, con distintos significados.
Mientras la muerte digna u ortotanasia se entiende como el derecho de los pacientes a morir dignamente, a través del retiro del soporte que mantiene con vida a un enfermo terminal con el consentimiento de sus familiares o el propio, mientras que la eutanasia es la acción u omisión que busca evitar el sufrimiento o el dolor en un paciente desahuciado, acelerando su muerte con o sin su consentimiento.
En muchos países como en la Argentina, la muerte digna se encuentra regulada legalmente, mientras que la eutanasia no cuenta con regulación y hasta puede llegar a ser caratulada como instigación o ayuda al suicidio o, directamente, homicidio.
En cuanto a la eutanasia, hay distintas maneras de clasificarla, la cual puede ser:
–Directa: En caso de una enfermedad incurable, adelantar la hora de la muerte, y a su vez, puede ser activa (provocar la muerte con fármacos) o pasiva (muerte por omisión, que suspende un proceso nosológico determinado)
–Indirecta: Se realizan diversos procedimientos que pueden producir la muerte como efecto secundario.